MILES DE PERSONAS SE MANIFESTARON EN TODA ESPAñA CONTRA LOS AJUSTES Y RECORTES SOCIALES EN LA UNION EUROPEA
Más se indignan con el Pacto del Euro
El movimiento 15-M o los “indignados” tuvieron una masiva respuesta al llamado a manifestarse en las calles. El objetivo es impedir que el Parlamento Europeo apruebe un paquete de medidas económicas de corte neoliberal.
Por Oscar Guisoni
Desde Madrid
Miles de personas se manifestaron ayer en toda España convocadas por el movimiento 15-M y las plataformas que lo conforman contra el llamado Pacto del Euro, que impone ajustes impopulares y recorta los derechos de los trabajadores en toda la Unión Europea. La convocatoria realizada luego de unas semanas de enorme tensión, en que el movimiento de “indignados” fue duramente atacado por la mayoría de los medios de comunicación por haber intentado impedir el acceso de los diputados al Parlamento catalán el pasado miércoles, se realizó en simultáneo con otras convocatorias en diversas ciudades del continente y demostró el vigor del movimiento de protesta.
Las manifestaciones de ayer son sólo el pistoletazo de salida, ya que el movimiento de “indignados” ha resuelto lanzarse a las rutas y a partir de hoy comienzan a marchar hacia Madrid miles de personas de diferentes puntos del país con el objetivo de converger en la capital el próximo 23 de julio. El puntapié a estas manifestaciones lo dará la asamblea popular de Valencia, que comienza con un viaje a pie que durará 34 días y que realizará 29 paradas en el camino para sumar manifestantes y realizar actos “para concientizar a la población de lo que está en juego”, afirman sus organizadores. Todas las asambleas de las grandes ciudades españolas han comprometido su presencia en esta gigantesca protesta, y durante esta semana comenzarán a marchar en las capitales más alejadas de Madrid. Las marchas transcurrirán por las autopistas, por lo que crearán seguramente grandes problemas de tráfico durante todo el mes.
El objetivo de los “indignados” es impedir que el Parlamento Europeo apruebe durante los próximos días el llamado Pacto del Euro, un paquete de medidas económicas que los 27 países comunitarios negocian durante estas horas a contrarreloj y al que las autoridades han calificado como “el refuerzo más completo de la Zona Euro desde su puesta en marcha”. El Pacto, cuyas líneas maestras han sido cocinadas en los despachos del Ministerio de Economía alemán, es un compendio de recetas neoliberales clásicas que propicia ajustes del gasto público, recortes en el estado de bienestar, limitaciones de los derechos laborales y la rebaja de las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios. Para venderlo mejor, el paquete viene adornado con unas simbólicas referencias a un deseable aumento de la regulación de los mercados financieros y una armonización de los parámetros fiscales a nivel europeo con la idea, más que difícil de concretar por ahora, de terminar construyendo un Ministerio de Economía europeo único.
Las manifestaciones de ayer estaban pobladas de consignas contra el Pacto, al que los “indignados” califican como una entrega a los “intereses de los banqueros”. Al grito de “Olé, olé, lo llaman democracia y no lo es” y “Queremos un pisito como el del principito”, los miles de manifestantes expresaron su rechazo a los desalojos judiciales a las familias que no pueden pagar las hipotecas, una de las banderas de batalla del 15-M que durante esta semana se movilizó repetidas veces en defensa de vecinos desahuciados por los bancos. Los “indignados” claman también por una reforma de la ley electoral que permita el ingreso de las minorías a los parlamentos y que se detenga la sangría de los ajustes para atajar el déficit público a costa de la sanidad y la educación. Como en espejo, ayer hubo manifestaciones de indignados en Francia y Bélgica.
Mientras en Madrid Democracia Real Ya, una de las plataformas convocantes, cifraba ayer en un millón de personas en las calles madrileñas –los medios de comunicación los estimaban entre 40 y 50 mil–, en Barcelona, otra de las grandes ciudades donde hubo marchas multitudinarias, los organizadores de la protesta afirman que se movilizaron más de 250 mil personas. En Valencia, una de las ciudades donde más ha prendido el 15-M, también se produjo una masiva concentración. Por la tarde, mientras los manifestantes en Madrid se iban desconcentrando o concurrían a la Plaza del Sol, donde se inició la protesta, se realizaron multitudinarias manifestaciones en casi todas las capitales de provincia.
El movimiento había hecho especial hincapié en que se evitaran incidentes violentos que pudieran dañar su imagen o dar pretexto a las fuerzas de seguridad a la represión. El objetivo se cumplió: a pesar del impresionante despliegue policial, las marchas transcurrieron en forma pacífica y en medio de un ambiente festivo. Al final de la jornada, los “indignados” consideraban que habían pasado una dura prueba: a pesar de las fuertes críticas en los medios y del burdo intento de culpabilizarlos por los incidentes frente al Parlamento catalán esta semana, el movimiento pudo demostrar que está vivo y, a juzgar por la gran cantidad de participantes en las marchas, más fuerte que nunca.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-170451-2011-06-20.html
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