Inti María Tidball-Binz, de la campaña contra el acoso callejero.
Imagen: Sandra Cartasso
Un artículo publicado en la revista El Guardián a raíz de una nota en Página/12 levantó una polémica mundial: el autor criticó en tono burlón, pero con una frase ofensiva, a la promotora de una campaña contra los piropos agresivos. Dos empresas retiraron la publicidad.
Inti María Tidball-Binz, de la campaña contra el acoso callejero.
Imagen: Sandra Cartasso
Por Mariana Carbajal
Dos firmas internacionales decidieron retirar su pauta publicitaria de la revista El Guardián, propiedad del ex banquero menemista Raúl Moneta, luego de que uno de sus periodistas se expresara en una columna semanal en términos ofensivos contra una activista que promueve una campaña para oponerse al acoso callejero y los piropos ofensivos. “Me encantaría romperle el argumento a pijazos”, escribió. En su blog personal fue aún más explícito. La frase generó una campaña internacional, con escasa repercusión en el país, a través de la cual se solicitó el despido o una suspensión de tres meses del columnista y el retiro de los anunciantes de la revista y derivó en la apertura de un expediente en el Inadi. Es la primera vez que dos grandes compañías –una fabricante de autos y una reconocida marca de indumentaria– toman la resolución de castigar a una publicación en la Argentina, suspendiendo campañas publicitarias, por avalar un comentario cargado de violencia machista. La revista ofreció disculparse públicamente y darle espacio a la activista para difundir sus ideas y las de su entidad.
La polémica se originó a partir de una columna firmada por el escritor y periodista Juan Terranova, titulada “Arte, provocación y guarradas en las calles”, publicada por El Guardián en su edición del 3 de marzo. Allí, Terranova aludió a la campaña que lanzó en Buenos Aires una joven curadora de arte porteña, Inti María Tidball-Binz, para concientizar y combatir los piropos agresivos, entendiéndolos como violencia simbólica por razones de género. Terranova tomó como fuente una nota de Página/12 del 21 de febrero, que dio cuenta de la movida local, lanzada a nivel internacional por la organización Atrévete/Hollaback!, de la cual Tidball-Binz es líder regional. Después de criticar la iniciativa con un tono burlón, descalificándola, Terranova cierra su columna con la siguiente frase: “Termino así con un deseo para este 2011: encontrar a Inti María Tidball-Binz en un vernissage, tomar juntos una copa y luego decirle que me encantaría romperle el argumento a pijazos”. La versión que Terranova publicó en su blog personal dice “culo” en lugar de “argumento”. Según pudo saber este diario, el editor de la Sección Cultura de la revista, Sergio Olguín, le sugirió el cambio de términos.
Tidball-Binz se sintió agredida. Entendió las palabras de Terranova como una incitación a la violencia y una amenaza. “Terranova hizo amenazas explícitas de violación y utilizó un lenguaje que es ofensivo y que puede tener consecuencias violentas en la vida real”, opinó en diálogo con este diario. El tema trascendió las fronteras del país. Desde la dirección internacional de Atrévete/Hollaback!, en Estados Unidos, decidieron rápidamente promover una campaña internacional para reclamar el despido de Terranova y presionar a dos grandes auspiciantes de la revista para que le quitaran el respaldo publicitario. La organización nació en Nueva York y tiene representantes en distintas ciudades norteamericanas y europeas. La campaña se motorizó a través del sitio web change.org, una plataforma de activismo con unos 3,5 millones de visitantes mensuales. Más de 3500 personas de 75 países firmaron en pocos días la petición.
El Inadi se enteró y decidió abrir una actuación para evaluar si Terranova había incurrido en una conducta discriminatoria. A la vez contactó a Tidball-Binz para ver si ella quería realizar una denuncia. Tidball-Binz la hizo. Uno de los auspiciantes, fabricante de autos, también efectuó una presentación ante el Inadi con el fin de tener un pronunciamiento oficial, más allá de la presión de la campaña internacional, para poder tomar una decisión en relación a la publicidad. Por el momento, según confirmó el vocero de la compañía en la Argentina a este diario, decidieron suspender la pauta publicitaria. La firma de indumentaria describió lo expresado en la columna de Terranova como “ideas ofensivas” que van en contra de los valores de la empresa y confirmó que “no tienen ningún plan de publicidad en el futuro con esta revista”. El Inadi se pronunciará en los próximos días. En el organismo están elaborando el dictamen.
Más allá del caso puntual, queda como antecedente en el país la decisión de dos grandes anunciantes de retirar su publicidad ante la presencia en medios de comunicación de mensajes discriminatorios y sexistas.
En busca de un acuerdo
“Lo que Terranova hizo fue claramente más allá de las normas internacionales de libertad de expresión, y es genial que las marcas de prestigio mundial hayan negado públicamente estar asociadas con mensajes de odio, violencia e incitación. Ahora la pelota está en la cancha de la revista”, consideró Emily May, directora ejecutiva de Hollaback!
Ante la envergadura que tomó el episodio y sus consecuencias, la revista se puso en contacto la semana pasada con Tidball-Binz: el editor de Cultura –de quien depende la columna de Terranova– le pidió disculpas y le ofreció una retractación pública en un próximo número, además de espacio semanal para publicar sus opiniones o alguna otra propuesta que ella considerase adecuada como forma de resarcimiento frente al daño sufrido por la agresión escrita. Olguín planteó la defensa del puesto laboral de Terranova. “Antes que nada te quiero pedir disculpas por la nota que publicamos. No fue nuestra intención ser agresivos o violentos, pero lo cierto es que las palabras resultaron hirientes e intimidantes. Quisimos ser divertidos y nos manejamos con torpeza. Lejos está en mí, como editor de la sección Cultura, permitir que en mi sección se discrimine o se actúe de manera violenta contra ningún sector social”, dice el inicio del email que le envió Olguín. La joven aceptó ayer la proposición. Antes de recibir su respuesta, en El Guardián habían decidido levantar la columna de Terranova en la edición de mañana a la espera de novedades. Tidball-Binz aclaró a este diario que no quiere que se vincule el caso con un hecho de censura y quede un precedente en ese sentido. Pidió a El Guardián “una retractación detallada, seria, sincera y completa por parte de Juan Terranova de la nota original, en la editorial o columna suya, y acompañada por disculpas de la revista, y mencionado esto en la tapa de la revista”. Sobre el espacio semanal, es un asunto que analizará la organización. Si El Guardián cumpliera estos requisitos efectivamente, cesaría la demanda para despedir a Juan Terranova por parte de Change.org y Hollaback!”, aclaró.
20/04/11 Página|12
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