Para un nieto recuperado, es "un paso muy importante" la reapertura de la investigación
El nieto recuperado Manuel Gonçalvez consideró hoy "un paso muy importante" la reapertura de la investigación en Rosario sobre su adopción irregular, en la que se involucra a funcionarios judiciales, porque "posibilitará avanzar en la recuperación de la identidad" de hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura militar.
Gonzçalvez realizó declaraciones a la agencia Télam tras el fallo de ayer de la Cámara Federal de Rosario, que ordenó reabrir la investigación contra el juez de Menores Juan Carlos Marchetti y el ex juez civil Delfín Castro, sobreseídos en 2010 en el proceso irregular de guarda y adopción del joven.
"Investigar guardas o adopciones va a generar que otros responsables sean condenados y eso es lo importante... Mi historia ya está encaminada, pero a partir de esta nueva investigación se pueden generar otras muy serias que pueden permitir encontrar chicos que todavía no recuperaron su identidad", aseguró.
El fallo judicial extiende la medida a dos asesores de Menores y señala que no fueron realizadas las medidas básicas para reconstruir cómo fue entregado el entonces bebé, tras el asesinato de su madre y el secuestro de su padre.
"No tengo duda que la justicia tiene que dar un segundo paso y entender que lo que ocurrió fue un golpe cívico-militar, donde no sólo hubo uniformados implicados sino también funcionarios y personal civil que operaban en usinas donde se generaban las supuestas legalidades en las entregas de hijos de desaparecidos", señaló el joven que recuperó su identidad en 1995.
El 19 de noviembre de 1976 un centenar de militares y policías federales y bonaerenses rodearon la casa donde vivía Ana María con Manuel, de seis meses, junto a otra pareja.
En el operativo todos fueron asesinados y el único sobreviviente, Manuel Gonçálvez, fue llevado al hospital de San Nicolás por indicación del coronel Fernando Saint Amat, que dio intervención al Juzgado de Menores.
Gonzçalvez fue querellante en el juicio que el 14 de abril pasado condenó a cadena perpetua al ex intendente de Escobar Luis Abelardo Patti por el asesinato de su padre, Gastón Gonçálvez, secuestrado el mismo día del golpe de Estado -24 de marzo de 1976-, encerrado en un celular en el predio de la comisaría en la que Patti cumplía tareas como agente, y asesinado días más tarde en un camino rumbo al río Luján.
También, uno de los 103 nietos recuperados por Abuelas de Plaza d Mayo, se apresta a asistir a un nuevo "acto de justicia" cuando se presente como querellante en el juicio que el 29 de agosto llevará al banquillo de los acusados a los asesinos de su madre, Ana María Granada, en la causa conocida como Masacre de Juan B. Justo.
"Investigar guardas o adopciones va a generar que otros responsables sean condenados y eso es lo importante... Mi historia ya está encaminada, pero a partir de esta nueva investigación se pueden generar otras muy serias que pueden permitir encontrar chicos que todavía no recuperaron su identidad", aseguró.
El fallo judicial extiende la medida a dos asesores de Menores y señala que no fueron realizadas las medidas básicas para reconstruir cómo fue entregado el entonces bebé, tras el asesinato de su madre y el secuestro de su padre.
"No tengo duda que la justicia tiene que dar un segundo paso y entender que lo que ocurrió fue un golpe cívico-militar, donde no sólo hubo uniformados implicados sino también funcionarios y personal civil que operaban en usinas donde se generaban las supuestas legalidades en las entregas de hijos de desaparecidos", señaló el joven que recuperó su identidad en 1995.
El 19 de noviembre de 1976 un centenar de militares y policías federales y bonaerenses rodearon la casa donde vivía Ana María con Manuel, de seis meses, junto a otra pareja.
En el operativo todos fueron asesinados y el único sobreviviente, Manuel Gonçálvez, fue llevado al hospital de San Nicolás por indicación del coronel Fernando Saint Amat, que dio intervención al Juzgado de Menores.
Gonzçalvez fue querellante en el juicio que el 14 de abril pasado condenó a cadena perpetua al ex intendente de Escobar Luis Abelardo Patti por el asesinato de su padre, Gastón Gonçálvez, secuestrado el mismo día del golpe de Estado -24 de marzo de 1976-, encerrado en un celular en el predio de la comisaría en la que Patti cumplía tareas como agente, y asesinado días más tarde en un camino rumbo al río Luján.
También, uno de los 103 nietos recuperados por Abuelas de Plaza d Mayo, se apresta a asistir a un nuevo "acto de justicia" cuando se presente como querellante en el juicio que el 29 de agosto llevará al banquillo de los acusados a los asesinos de su madre, Ana María Granada, en la causa conocida como Masacre de Juan B. Justo.
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