Año 3. Edición número 155. Domingo 8 de mayo de 2011
El Estado nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, pidió la pena de reclusión perpetua para los ex marinos Alfredo Astiz, Jorge Acosta y otros diez miembros del grupo de tareas 3.3.2 de la Esma por el secuestro y desaparición del grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo, en diciembre de 1977. Al concluir dos días de alegato, el abogado de la querella oficial, Martín Rico, reclamó el mayor rigor penal previsto en el Código Penal para doce de los 17 acusados en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro de detención de la Armada. La querella pidió la condena sólo por doce de los 85 delitos juzgados en los juicios, correspondientes al secuestro y desaparición del llamado “grupo de la Santa Cruz”, la iglesia de San Cristóbal donde funcionaba el primer grupo de Madres de Plaza de Mayo. Astiz, que se infiltró en el grupo en el grupo simulando ser familiar de desaparecidos y lo marcó in situ, escuchó impávido el pedido de condena, sumergido en la lectura de papeles de una carpeta rosada que porta en cada audiencia. El jueves y viernes próximos continuarán alegando por las querellas el abogado Horacio Méndez Carreras, en representación de las familias de las monjas francesas, y luego el abogado Luis Zamora, por la familias Careaga y de la joven sueca Dagmar Hagelin. Otro tramo del juicio, con alegatos específicos, corresponde al asesinato del escritor y periodista Rodolfo Walsh, cometido el 25 de marzo de 1977, y cuyo cuerpo fue visto por sobrevivientes, una minoría de los 5 mil detenidos clandestinos que pasaron por la ESMA.
http://sur.elargentino.com/notas/breves-22
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