Más que un momento

Esta semana, en el juicio a ocho genocidas de ese centro clandestino, se pudieron ver las fotos de los compañeros que estuvieron ahí, entre ellos Mauricio. Su madre lloró mucho, pero terminó el día con el alivio de sentir que esa situación le había permitido algún tipo de despedida de su hijo.
De eso hablamos cuando decimos que aunque lo irreparable no tenga vuelta atrás, estos juicios históricos son fundamentales para el duelo particular, además del colectivo.
Mientras se reconstruye la historia ante los jueces, los detenidos-desaparecidos van volviendo, los recuperamos en vida, los despedimos de algún modo cuando vemos sus caras, mientras los abogados tienen la posibilidad histórica de decir en los tribunales qué culpabilidad tienen los genocidas sentados en el banquillo.
La Justicia es fundamental. No hay dudas. Es un momento único, una bisagra en la historia de la sociedad y de los familiares y sobrevivientes, porque seguimos poniendo las cosas en lugar. Puntualmente esta semana, el CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, pudo alegar en el juicio y decir qué acusaciones tienen ocho genocidas en su contra: secuestros, tormentos, abusos, violaciones y torturas.
Dentro de tres días la Justicia dictará sentencias en Chaco para los genocidas de la Masacre de Margarita Belén, cometida el 13 de diciembre de 1976.
A Justicia está llegando. Y se va a quedar para siempre, porque con estos juicios, los genocidas serán nombrados ante la historia como los asesinos del pueblo.
H.I.J.O.S.
Viernes 13 de mayo de 2011.






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