Por una decisión del juzgado federal Nº3 de La plata, a cargo de Arnaldo Corazza, el ex cabo de la policía bonaerense Norberto Cozzani, que interrogó y torturó a los miembros del Grupo Graiver en el centro clandestino Puesto Vasco, está en libertad.
La sorpresiva notificación que disponía la excarcelación de Cozzani por el vencimiento de su prisión preventiva llegó a la fiscalía federal a las doce del mediodía del viernes pasado, en plena feria judicial y con las dependencias funcionando a medias. A la sede de algunos organismos querellantes, como Abuelas de Plaza de Mayo, ni siquiera llegó. La fiscalía que conducen Hernán Schapiro y Marcelo Molina –que también lleva adelante el norte investigativo de la causa por la apropiación de Papel Prensa–, presentó inmediatamente un recurso apelando la decisión, pero el juez había decretado la libertad del reo. Por ese motivo, en un comunicado de prensa, la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de causas por violación a los Derechos Humanos durante el terrorismo de Estado calificó la excarcelación como “una medida inédita y claramente contraria a la ley”.
Norberto Cozzani estaba preso en el penal de Marcos Paz. En la década del ’80 fue condenado –en la causa 44, que juzgó la represión ilegal en los centros clandestinos del circuito Camps – a cuatro años de prisión por interrogar con “golpes y la aplicación de corriente eléctrica” a Isidoro y Juan Graiver, Silvia Cristina Fanjul y Lidia Papaleo de Graiver en Puesto Vasco, el chupadero del sur del Gran Buenos Aires, pero no cumplió la sentencia por la ley de Obediencia Debida.
En septiembre de 2004, luego de la anulación de las leyes de impunidad y la reactivación de la causa, fue detenido para cumplirla.
“Yo he sido un represor, y no me asusta la palabra represión. Y estoy contento en haber contribuido a que la logística de Montoneros se quedara sin dinero”, declaró desde la cárcel en una pseudoentrevista apologética que publicó un blog marginal.
El ex cabo de la bonaerense no ocupó un rango de importancia en el escalafón de la fuerza, pero integró el círculo áulico de Ramón Camps y Miguel Etchecolatz y participó en operaciones de relevancia. En septiembre de 2005 fue imputado por otros 18 casos de tortura y por su participación en el ataque a la casa de Mariani y Teruggi conocido como el operativo de calle 30: cuatro homicidios calificados y el robo de Clara Anahí, la nieta de Chicha Mariani. El mismo mes pero de 2008, se amplió su procesamiento por ocho casos de privación ilegal de la libertad y tormentos.
Enlaces
-Caso Noble Herrera: la identidad apelada
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