Imágenes tomadas en el Ministerio de Justicia de la Nación
No me di cuenta que era feriado. Es más ni siquiera comprendo que feriado es...
Te llamé desde temprano y ayer Domingo también desde las 18 horas aproximadamente y, en efecto, ni siquiera el contestador automático atendía... Tenía ganas de charlar un rato con Eugenia, pero... no pude ni hablar con ella.
Te cuento: me fui a varias actividades que se podían hacer igual, a pesar del feriado. Hoy llegué hasta el extremo oeste del circuito represivo de la subzona 16, en realidad me pasé y terminé en Pedro Marín, ahí me estaba esperando un grupo de chicos del barrio con los que estuvimos charlando de si miraban Paka Paka y no, no miran Paka Paka, según ellos prefieren el Cartón Network.
Bah, como no tengo nada que decir realmente digo estas pelotudeces que voy a hacer.
Había, hubo, dos millones de cosas para decir, pero todo se evapora.
En realidad lo importante está en el gravísimo episodio del Sábado en el Neuropsiquiátrico Moyano en el cual me hice presente por la mañana como organismo de derechos humanos, haciendo ingreso por entradas habilitadas y en pleno ejercicio de mis derechos ciudadanos a informarme y ser informado. Terminó en violenta e injustificada represión. Me tomaron de los pelos, de la ropa y mientras me amenazaban antes numerosos testigos que me iban a quebrar las piernas me echaron del establecimiento a la calle.
La represión estuvo a cargo de personal no identificado debidamente de la seguridad privada genocida contratada por el gobierno de la ciudad macrista. Algún personal estaba con uniforme típico de la mano de obra desocupada que es empleada en esos reductos de los genocidas y represores que son las empresas de seguridad privada, la camperita, pero el que se ocupó de agredirme violentamente estaba totalmente de civil aunque supongo debe de tener tatuada la esvástica en algún lugar cercano al ojete.
Actualizando...
Te llamé desde temprano y ayer Domingo también desde las 18 horas aproximadamente y, en efecto, ni siquiera el contestador automático atendía... Tenía ganas de charlar un rato con Eugenia, pero... no pude ni hablar con ella.
Te cuento: me fui a varias actividades que se podían hacer igual, a pesar del feriado. Hoy llegué hasta el extremo oeste del circuito represivo de la subzona 16, en realidad me pasé y terminé en Pedro Marín, ahí me estaba esperando un grupo de chicos del barrio con los que estuvimos charlando de si miraban Paka Paka y no, no miran Paka Paka, según ellos prefieren el Cartón Network.
Bah, como no tengo nada que decir realmente digo estas pelotudeces que voy a hacer.
Había, hubo, dos millones de cosas para decir, pero todo se evapora.
En realidad lo importante está en el gravísimo episodio del Sábado en el Neuropsiquiátrico Moyano en el cual me hice presente por la mañana como organismo de derechos humanos, haciendo ingreso por entradas habilitadas y en pleno ejercicio de mis derechos ciudadanos a informarme y ser informado. Terminó en violenta e injustificada represión. Me tomaron de los pelos, de la ropa y mientras me amenazaban antes numerosos testigos que me iban a quebrar las piernas me echaron del establecimiento a la calle.
La represión estuvo a cargo de personal no identificado debidamente de la seguridad privada genocida contratada por el gobierno de la ciudad macrista. Algún personal estaba con uniforme típico de la mano de obra desocupada que es empleada en esos reductos de los genocidas y represores que son las empresas de seguridad privada, la camperita, pero el que se ocupó de agredirme violentamente estaba totalmente de civil aunque supongo debe de tener tatuada la esvástica en algún lugar cercano al ojete.
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