Bahía Blanca: Primera jornada de juicio por crímenes de Lesa Humanidad
La primera jornada del juicio en Bahía Blanca contra 20 acusados de crímenes en la última dictadura transcurrió con la lectura de la elevación a juicio para 17 ex uniformados presentes.
Fuente: Rionegro.com
BAHÍA BLANCA - Una jornada de sólo lectura. Así fue toda la jornada de ayer en el inicio del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca. A pedido de la defensa de los imputados se dio lectura total a la elevación a juicio contenida en casi 400 fojas. Sólo parte de ellas consumieron toda la jornada de ayer. De los 19 imputados sólo estuvieron presentes 17 de ellos. Miguel Angel Moreno se encuentra prófugo y Julián Corres no asistió por certificación médica.
A las 13 los jueces decidieron un cuarto intermedio para la tarde, situación que posibilitó el inicio de un acto organizado por entidades vinculadas a los derechos humanos en la puerta del edificio de actos de la Universidad Nacional del Sur en Colón 80 que amaneció con una importante valla metálica y humana que integraron efectivos de la Policía Federal y Gendarmería. Muy temprano en la mañana un móvil penitenciario trasladó a los militares y policías federales imputados. Allí descendieron esposados y permanecieron todo el días por razones de seguridad.
El juicio se realiza en un viejo edificio con características de haber cumplido en su momento funciones teatrales. En el escenario se ubicaron los jueces y en la primera fila de butacas los fiscales Abel Córdoba y Horacio Antonini, las defensas y los abogados querellantes. En la siguiente fila del centro los imputados seguidos por una doble barrera de policías y gendarmes.
Luego el público. El primero en sentarse en esas butacas centrales fue el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pèrez Esquivel, a quien se sumaron cinco madres, la abogada Mirta Màntaras durante años querellante en estas causas. El último en llegar fue el exfiscal General Federal de Bahía Blanca, Hugo Cañón, uno de los firmantes de la elevación a juicio. Esta lectura que se llevó toda la jornada de ayer relató el tormento de las víctimas que son casi 100 en este juicio y la responsabilidad de cada uno de los imputados. Jóvenes estudiantes detenidos en forma ilegal, torturados en la "escuelita", obligados por ello a mentir adjudicándose hechos que desconocían y luego sometidos a peores tormentos por ello fue el común denominador que mantuvo en absoluto silencio a los presentes. En muchos casos se mencionò la presencia de sacerdotes que los hacían rezar en cautiverio y les hablaban de sus respectivas familias. En tanto, algunos de los imputados anotaron nombres de las víctimas en un papel mientras eran mencionados en la lectura.
La prensa fue ubicada en el sector de arriba y los reporteros gráficos tuvieron unos minutos para hacer tomas desde el escenario antes que empezara la audiencia. La mayoría de los imputados miró para otro lado o directamente se cubrió el rostro con las manos o las carpetas que portaban. Todos son hombres mayores que ya peinan pocas canas. Uno de los más jóvenes que se pudo observar fue el militar retirado Mason que estuvo a cargo del distrito en Viedma durante la democracia.
"Treinta y cinco años y hoy empieza el primer juicio contra los genocidas de Bahía Blanca. Por el horror que planificaron sólo justicia verdadera, cárcel común, perpetua y efectiva para todos", coincidieron en señalar las madres en el acto realizado en la puerta del edificio universitario donde se desarrolla el juicio. Nora Cortiñas, de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, también acompañó adentro y afuera. Tras señalar que este juicio que se inicia da fuerzas advirtió que "no nos vamos a reconciliar que vamos a seguir hasta que estén todos en la cárcel común. Sólo nuestros hijos que no están podrían perdonar emergiendo del mar, de los ríos y las tumbas anónimas donde los pusieron. Ahora queremos que habran los archivos y que nos digan que pasó con todos esos hombres y mujeres".
Esta es la verdad: los genocidas ante el Tribunal que los juzga tapándose la cara.


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