Si alguien quiere venir a aplaudirme por lo que hago y por lo que soy esta es una buena oportunidad para hacerlo. Lo voy a aceptar en nombre de los 30.000 compañeros detenidos - desaparecidos.
No quiero que se repita el patético y lamentable espectáculo repugnante de escuchar aplausos cuanod la verdad es que al que carga la cruz el pueblo le tira piedras. No acepto ver un pueblo tan patético y anodino que no sabe guardar minimamente ese lugar en una historia, en un relato.
Para que puede interesar la hora: los "chupamedias" reales e inventados no tienen día ni horario existen y existirán siempre.
Yo me llamo Gustavo Saladino, soy hijo de desaparecido y soy ciudadano argentino y de la Humanidad.
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