Cuando fuimos alumnos maltratados, menoscabados y nos hacían tomar distancia e ir separados nenes de nenas en las escuelas cuando llegamos a la docencia nos dijeron que debíamos ser maestros ejemplares y ser todo lo contrario como docentes de los que nos habían tratado de esa manera. Y comprender a aquellos viejos docentes equivocados.
La verdad es que esta generación a la que se le reclama todo eso es la generación que consolidó una democracia ejemplar inmediatamente después del mayor y peor genocidio de la historia de la Nación.
La verdad es que esta generación de la que soy una parte sustancial logró sentar en el banquillo y poner ante los Tribunales a un número impar de genocidas como nunca antes a los que solo les resta la suimulación de presentarse ante los jueces como ancianos pobres, desvalidos y enfermos cuando ya no son más que monstruos con cuyas sombras convivimos en diferentes planos los que los vamos a combatir hasta en el propio más alla.
La verdad es que esta generación de la que soy parte sustantiva y a la que lidero desde aquí es ahora urgenciada por demandas a las que no puede asistir salvo en los lugares donde realmente y todavía se sigue necesitando en verdad.
Gustavo Saladino


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