“Buscan la oportunidad para disolvernos”
“Deformaron lo que dije, lo tergiversaron con mala intención”, explica la presidenta de Abuelas sobre sus supuestas declaraciones contra Hebe de Bonafini. Carlotto asegura que hay una campaña para enemistar a los organismos de derechos humanos.
Por Victoria Ginzberg
“Tratan de dividirnos, de que nos desconfiemos”, asegura Estela de Carlotto. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dice que se sorprendió al ver declaraciones suyas en la tapa los diarios Clarín y La Nación con las que supuestamente acusaba a la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, de estar comprometida en los delitos por los que fue denunciado el ex apoderado de la Fundación de las Madres Sergio Schoklender. “Deformaron lo que dije, lo tergiversaron con mala intención”, explica. No niega las diferencias que tuvo y mantiene con Bonafini, pero también destaca la historia en común. Y está convencida de que hay una campaña para enemistar a los organismos de derechos humanos y obstaculizar las políticas implementadas en ese área. En el mismo sentido, Abuelas junto con Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas e HIJOS (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) dieron a conocer un comunicado en el que señalan que “la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia no puede ser manchada ni atacada por ningún grupo económico ni político que intente desprestigiar el arduo y comprometido camino que hemos recorrido en más de treinta años” (ver aparte).
Carlotto habla con Página/12 después de haber sido presentada como jueza y fiscal de Bonafini. Explica que luego de que se conocieran las denuncias contra Schoklender no quiso opinar sobre el tema a pesar de los insistentes llamados de distintos medios, pero que decidió decir algo cuando escuchó que algunos periodistas o presentadores de radio y televisión no diferenciaban a las Madres de Plaza de Mayo que lidera Bonafini de Abuelas de Plaza de Mayo, institución de preside: “No es que por aclarar yo estuviera responsabilizando ni juzgando a nadie, simplemente quería decir que somos dos organizaciones distintas y que el momento que estamos pasando es muy doloroso para nosotros también, porque todo lo que concierne a un organismo de derechos humanos nos afecta a todos. Somos todos parte de una historia. Tenemos en común el haber iniciado hace tantos años una lucha con un dolor muy grande”.
La presidenta de Abuelas sostiene que “lo que dije es que, confiando en la Justicia, lo que esperamos es que se aclaren las responsabilidades de quienes cometieron delitos. La propia dirigente del organismo los denuncia. Pero cuando yo hago esas declaraciones, sin acusar a nadie, la prensa que está buscando la oportunidad agazapada para ver cómo puede desunirnos, disolvernos, atomizarnos y además directamente quienes involucrar la gestión del Gobierno, tergiversan los dichos, los ponen en otro contexto, los aíslan y ponen palabras que no son ciertas. Son medios que no nos convocan absolutamente para nada para hablar de cosas que son inherentes a Abuelas, como la búsqueda de nuestros nietos, no cubren juicios ni restituciones con la repercusión con que cubren estas cuestiones. Ahora hay un aprovechamiento de un momento tan duro, y que todos estamos expectantes de que tenga un final deseado, que se esclarezca todo, que se sepa qué responsabilidades hay y tratan de enfrentarnos entre nosotros, los compañeros de ruta.
–Las diferencias entre los organismos de derechos humanos existen. Pero si uno se rigiera por lo que publicaron algunos medios, parece que se están acusando entre ustedes.
–Tratan de dividirnos, de que nos desconfiemos, que nos reprochemos. En una historia de 34 años no tuvimos siempre las mismas opiniones. Hemos discutido, hemos resuelto las cosas y seguimos juntos. De ninguna manera esto va a romper una amistad, ni un afecto de tantísimos años. Lo siniestro es que quieren con esta situación entintar las gestiones tanto de Néstor Kirchner como de Cristina, que fueron las que más hicieron por reconocer nuestra historia, de respetarla y darnos respuestas de manera permanente sobre lo que queremos, como verdad, memoria y justicia.
–¿Para usted el objetivo es electoral o hay una intención de obstaculizar, por ejemplo, los juicios contra los represores?
–Hay un motivo electoral. Lo que quieren es desprestigiar la gestión de Cristina, como lo han querido siempre, sólo que ahora hay una campaña muy fuerte para que la gente que no tiene acceso a la lectura fina de la historia haga alianza con esas infamias y que esto tenga un resultado en las elecciones. Están peleando para que no se ponga en vigencia la Ley de Medios. Es un ataque a un proyecto de país. Y sobre los juicios, también, porque todos ellos han estado juntos desde la época de la dictadura, para poner un ejemplo, Clarín con Papel Prensa y (Jorge Rafael) Videla. Todos estos que estamos buscando como responsables del genocidio, de una manera u otra han sido partícipes de la apropiación de bienes, de concentración de poder en lo mediático. No quieren que hablemos, no quieren que se juzgue, no quieren que encontremos niños, porque, justamente, están en este momento en el tapete dos criaturas, un hombre y una mujer hoy, que pueden ser los nietos que buscamos, en poder de la dueña de un monopolio.
–De todas formas las denuncias contra Sergio Schoklender existen, la misma Hebe de Bonafini las respalda, ¿cuál es su postura sobre ese tema? Para que quede claro...
–En principio nadie tiene derecho a juzgar a las personas si no existen las pruebas contundentes. Creemos, por lo que la propia Hebe dice, porque ella misma los denuncia, que hay un grupo de 16 personas que serían responsables de los delitos de los que se los acusan. Ella dijo abiertamente que se iba a avenir a lo que la Justicia resolviera. No niega que se investigue y, lógicamente, si está exenta de esto nada la va a tocar. No tenemos que acusar injustamente pero tampoco endiosar, porque todos somos seres humanos. La exageración en cualquier sentido no es buena. Somos nada más que mujeres en lucha.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-169970-2011-06-12.htmlEnlaces
-El juicio por el plan sistemático
-14:40 › LEVANTAN EL CAMPAMENTO EN MADRID - Con la indignación a otra parte
Compré. Totalmente. Y te cuento por que: si venís siguiendo el tema de la Fundación Sueños Compartidos desde esta página sabés que lo primero que me surgió fue ofrecerle a Hebe y a las Madres la guita de la reparación de mi viejo para cubrir las deudas que dejó el nabo de Sergio Shocklender. Este tema es particularmente difícil porque en su momento Hebe, en un gesto más de ética, rechazó la reparación; así es Hebe, siempre fue así y eso es lo maravilloso en ella. Nadie puede sorprenderse, es perfectamente previsible.
Me voy a ir por las ramas para contar que el otro día en la calle lo escuchaba a Leuco hablando asquerosidades sin par sobre esta mujer que tiene dos hijos desaparecidos. Esto no se puede permitir. Salió Leuco que no es NADIE, es una cosa porque ni eso es para un tipo como yo: un objeto mueble quizás; y este objeto mueble, este enfermo, salió a decir que Hebe apoyaba la guerrilla narco de Colombia. Esto es asqueroso, yo no puedo creer que alguien preste oídos a semejante enfermo. Debería lavarse la boca con jabón antes de hablar así de los familiares que hemos soportado TODO en treinta años, cualquier cosa, lo que se les ocurra hemos tenido que soportar, estos últimos sucesos lo demuestran, y aún continuamos, cada uno desde su impronta.
Cuando Hebe rechaza la reparación surge un nuevo dilema ético que a mi me alcanzó. Estuve a punto de no tomar la reparación, de hecho durante el proceso administrativo la rechacé desde aquí públicamente manifestando asco porque el Estado, a estas alturas con tres condenas por genocidio seguidas debería estar tratándonos con muchísimo respeto y consideración, pero aún cuando es evidente que hay funcionarios que han encarado la tarea de esa forma, los resabios de la cultura burócratica totalitaria centralista heredada del Proceso genocida, a muchos de nosotros (y lo tengo confirmado porque mis queridos HIJOS también me lo hicieron saber por correo electrónico), nos tratan como a basura, como si fuéramos perros o descarte. Ese es otro tema que alguna vez quizás venga otro grande como Kirchner y, al menos, simbólica y públicamente pida disculpas en nombre de todos los argentinos, cosa que particularmente siempre le reconoceré, igual que el día que al asumir se cortó la frente por salirse del protocolo, igual que el día que le hizo bajar el cuadro del genocida al mandamás del Ejército con todos los milicos soberbios armados hasta los dientes a sus espaldas.
Compré esto de Estela, estoy totalmente de acuerdo. no hace ni falta que lo diga. Pienso exactamente eso. Es una maniobra perpetrada por enfermos que terminó confundiendo a Sergio, quien no proviene del riñón nuestro sino que es un amigo, alguien afín, alguien que sufrió mucho con quien Hebe quiso compartir un proyecto. Al margen de cuestiones que muy bien se encargarán de poner en su lugar los compañeros que encabezan todos los organismos, creo que todos pensamos lo mismo: el proyecto Sueños Compartidos no se discute ni es negociable. Se debe seguir adelante y punto.
Todavía van a pasar algunas cosas más, seguramente. Pero creo que el pueblo argentino y el mundo saben muy bien cual es la capacidad de respuesta que tiene este movimiento. El cual, no me cansaré de recalcarlo para que se nos grabe a fuego, es totalmente argentino, no le debe nada a nadie, por el contrario, el extranjero interesado e insolidario lo que siempre ha buscado es pegarse al mismo en busca de poder prestigiarse y nunca lo ha logrado. Jamás.
Gracias a Dios este movimiento tiene un epicentro móvil y objetos gravitatorios que nunca ceden su lugar alrededor nuestro. Siempre fue así, de una manera o de otra, siempre fue así. Y no hay forma de perforar el núcleo. Por más que lo intenten nunca lo van a lograr.
Como sea, hay algo que si está claro y es que mientras el movimiento de derechos humanos de este país siga así, Argentina podrá trastabillar, quizás, pero siempre va a volver a este mismo punto. La primera y última línea de defensa de la democracia, la justicia social y la independencia de este país ha sido, es y será el movimiento de derechos humanos.
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